Los abusos sexuales y la violación de niños: Los Bacha Bazi, un símbolo de poder y estatus en Afganistán
En
un país en el que la miseria y los conflictos armados están a la orden
del día, los Bacha Bazi, literalmente “niños juguete” proliferan.
Son niños entre los 10 y los 18 años, cosificados y comprados por
señores de la guerra y hombres de negocios para ser utilizados como
objetos sexuales. Los obligan a travestirse y a maquillarse para bailar y
cantar delante de un grupo de hombres en fiestas privadas.

Así mismo,
son forzados a mantener relaciones sexuales ya sea con su dueño o con
el resto de los participantes, con el riesgo de ser apaleados e incluso
asesinados si no cumplen con los deseos de su señor.
Abundante pobreza y precariedad infantil
La desastrosa situación en la que se encuentran los infantes en Afganistán,
se debe a los numerosos conflictos activos en las diversas regiones,
provocando desplazamientos forzosos, falta de acceso al agua potable,
hambruna y violencia sistémica. En este caos en el que muchas familias
no pueden subsistir (en 2008, el 36 % de la población estaba por debajo del umbral de la pobreza)
los padres venden a sus hijos a cambio de una suma de dinero. Además,
en caso de que la familia pierda al marido, será el niño mayor el
encargado de sustentarla ya que pasa a ser el cabeza de familia,
viéndose obligado a recurrir a dichas prácticas.
Una tradición perversa, prohibida por los talibanes pero en auge actualmente
El documental “Los niños danzantes de Afganistán”
de Najibullah Quraishi, abrió los ojos a muchos occidentales acerca de
esta práctica ancestral tan poco denunciada. En él, no sólo vemos lo que
aquí se explica, sino también que existen dos maneras de utilizar a los
niños: para actuar delante de los hombres y para después ser abusados
sexualmente por ellos o aquellos que, no siendo muy duchos en el arte
del baile, se les deja exclusivamente para satisfacer las necesidades
sexuales físicas.
Está
legalmente prohibida y fue reprimida durante el régimen talibán. No
obstante, parece que, en la actualidad, la permisividad de las
autoridades para con los Bacha Bazi ha provocado su rápida expansión.
Los Bacha
Bazi predominan en el norte pero se extienden por todo el país como
consecuencia, por una parte, del ingente número de niños pobres que
deambulan por las calles intentando sobrevivir como pueden y, por otro,
del aumento de hombres ricos de negocios y grupos armados ilegales. Esta
mezcla lleva aparejada la desdibujación de las líneas de justicia y
moralidad.
Las
fuerzas de seguridad afganas, inmersas en una gran corruptela y, en un
país en el que la violencia es altamente frecuente con señores de la
guerra y poca autoridad estatal arraigada, prácticas como esta, apoyadas
por personas muy poderosas pertenecientes incluso a esferas
gubernamentales, proliferan.
Símbolo de estatus y poder
Suelen ser
entregados por los padres (las madres no tienen ningún tipo de
autoridad) a cambio de dinero y de una promesa de que les enseñarán un
oficio y no les faltará de nada. Es un tema tabú del que no se habla
abiertamente, sin embargo, es practicado y es reconocido socialmente
como un símbolo de estatus entre los que lo practican, entre quienes se
incluyen personas que ahora tienen cargos públicos. Si el hombre tiene suficiente dinero, puede tener a unos cuantos Bacha Bazi, ya que le otorgan poder, influencia y estatus.
Los Bacha
Bazi pertenecen a una persona que, por lo general, los utiliza durante
el periodo de pubertad, mientras son imberbes, una vez cumplidos los 18
años son liberados y dejados a su suerte.
Argumentos a favor de los Bacha Bazi
1. Tradición
La tradición y la cultura son los argumentos más utilizados por aquellos que utilizan esta práctica para legitimarla.
2. Inaccesibilidad a las mujeres y alta accesibilidad a los niños
Se trata
de la otra cara de la política que se sigue para con las mujeres:
ocultándolas, segregándolas y relegándolas en todos los niveles. Las
mujeres, al contrario que los niños, no son fácilmente accesibles, a
pesar de que algunas de ellas ejercen la prostitución desde sus casas.
El normal
desenvolvimiento de las relaciones sociales entre hombres y mujeres se
ve dificultado por ciertas medidas, en concreto, en la etapa talibán
(1996-2001) con la interpretación estricta de la Sharia, que no permitía
a una mujer salir sola de casa, ni trabajar fuera de su hogar.
Esclavitud sexual, abusos y asesinatos
Aunque la
mayoría niega utilizarlos también para fines sexuales, después de los
bailes, suelen ser violados por un grupo de hombres.
Si los
dueños exigen a un Bacha Bazi bailar o tener relaciones sexuales y este
se niega, corre un alto riesgo de ser apaleado e, incluso, asesinado,
como pasa en ocasiones.
Consecuencias a todos los niveles para los Bacha Bazi
Además de
las evidentes secuelas físicas y psicológicas que acarrea esta práctica
para los Bacha Bazi, genera un círculo vicioso, ya que algunos de ellos
anhelan continuar, una vez que adquieren la mayoría de edad, con esa
“tradición”, comprar niños y utilizarlos de esta forma. Lo que esto
provoca es una retroalimentación y perpetuación del sistema patriarcal
en el que, el hombre adulto ejerce su fuerza para mantener la
superioridad que ha conseguido imponer en la sociedad, creyéndose el
dueño y señor de los que considera como inferiores ya que incluso los
trata como a animales. Este es el caso no sólo de los Bacha Bazi, sino
también de las mujeres.
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